lunes, 3 de septiembre de 2012

la playa


Un hombre
        arremete contra su tristeza
como el océano
        arremete contra las rocas,
oleaje deja tras de sí espuma
que otro oleaje recupera seguidamente,
a veces espuma es
                            cangrejos rojos
que atraviesan el rocaje
y habitan indefinidamente una costa desierta,
la hacen ámbar y móvil,
la hacen costa;
a veces oleaje son
                            iridiscentes conchas vacías
que traen luz al oscuro tapiz de las orillas,
a veces cuerpos de botellas
                                          con alma
                                                        de papel mojado,
a veces el océano ha abandonado algo
que no ha querido
o no ha sabido retener,
bellas
         y fragmentarias
                                madréporas
del antaño indivisible arrecife.
Y luego
        a veces la superficie.
En las playas solas
los amantes buscan un recodo
        en el que bucearse,
y de entre todas las olas
                                     que acometen sus desnudos
un sólo océano
será el que fijen en el tiempo
        -tras volver a tierra firme-
        en el milagro de lo eterno.

También un océano
        arremete contra las rocas
como el hombre
        arremete contra su tristeza.

Inútil, involuntario, hermoso.

        La vida.

9 comentarios:

  1. La vida.
    El mismo océano y tan ajeno a nosotros a veces.
    Supongo que habrá que esperar nuevas olas, nuevas mareas.

    Me alegra verte de nuevo.
    Besos Jesús.

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    1. Muchas gracias, Ale. Mismas olas, mismas mareas. Distintos momentos del mismo océano que no hay que esperar. Ya vienen.

      Besos para ti también.

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  2. Hermoso, si mentas al mar no puedo por mar que enternecerme y respiar paz. Y este primer verso:

    Un hombre
    arremete contra su tristeza
    como el océano
    arremete contra las rocas,
    oleaje deja tras de sí espuma
    que otro oleaje recupera seguidamente,
    a veces espuma es
    cangrejos rojos

    Es poema en si mismo con cuerpo y alma independientes del resto.
    Hermoso de verdad amigo chus.
    Enhorabuena y mis mejores deseos, que desde esta casa que rezuma aroma de pintura nueva con ventanales a nuevos paisajes, nos sigas regalando bellas y nuevas palabras.

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    1. A ti sólo puedo regalarte palabras de ese tipo. Un abrazo, mi querida Carolina.

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  3. joder¡¡¡¡¡ qué maravilla.
    joder¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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    1. Jajaja Gracias, tete. ¿Nos fumamos un cigarrito?

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    2. ahora que he vuelto a fumar quiero hacerlo con uds dos. ¿podrá ser que me concedan ese deseo Capi y Chus?

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  4. Ya lo sabes, viejo Chus, estaré debajo del agua esperando que todo ocurra.

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    1. Con el resto de viejos galeones cargados de oro de las Américas, Sarco, tentando a enloquecidas buceadoras a pulmón hastiadas de lo de afuera...

      Deja que te abrace. Estás helado.

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