domingo, 31 de marzo de 2013

el tiempo de ti


Tu cuerpo es de otro tiempo distinto al mío.

Bajo la bata tus pies y manos descienden de un trópico al que nunca adiviné enteramente los caminos y en la piel de tus lugares la sangre se agolpa contenida como ingrávidas y naturales llamas de férreos hornos forjados revelando el torrente de vida que adentro tuyo pugna desesperadamente por salir y gritarle a la muerte que se aleje, que aún no se llegue. Así acalla tu joven silencio, dormida tú, la voz grave de la vieja desesperanza.

Mi cuerpo es de otro tiempo distinto al tuyo.

En mí tan sólo existen las apagadas lámparas de una fiesta desierta que en su negra sombra acoje el imposible fulgor de la plata y de las copas vacías y mis ojos pesan tanto de su fardo de fotografías sepia que son dos meras bayas húmedas en el linde de caer de un seco arbusto que arde a puro sol. Pero a ti me tiendo y mientras duermes beso apaciguado esa piel tuya que contiene luminosas y desbocadas primaveras como un reo enfermo de esperanza que reposa su mejilla en el regazo frío de sus cuatro muros auscultando el arrullo de esas ramas de abedul que el viento mece afuera en los parques libres del sueño.

Tu cuerpo es de otro tiempo distinto al mío, mi amor, acá las horas son quebradas cáscaras de huevo allá donde las aves vuelan majestuosas demasiado arriba. Acá los días son esponjas que envuelven a un hombre y van robando una a una sus lágrimas como ladrones sutiles y cada vez que se parte mi alma si cerrando los ojos al besarte teme herida de soledad al aire inhabitado ya no soy capaz de llorar. Una vez lloré cuando fui nube oscura llena de un cauce de blanca poesía y allá estaba tu cuerpo de otro tiempo buscando en el cielo un futuro de alas doradas. Ahora estás tan empapada pendida de este cuerpo mío también de un tiempo distinto y yo quiero secarte bebiéndote despacio, como un manantial de mí que a ti y a mí regresa limpiándonos a ambos de la mugre perfumada de nosotros mismos. Así te abrazo y beso mientras duermes y en la mitad de mi loco amor te hago eterna para que vivas siempre así en mi tiempo como en otro tiempo mejor.



5 comentarios:

  1. Poco a poco, fusión intemporal pero nube en un colmado de blanca poesía, cuerpos enajenados
    arrebatando cielos.
    (Y así, hasta las tres últimas definitivas frases. Rayando la perfección)

    Abrazo

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  2. Me preguntaba todos estos días qué te habías hechos weón precioso, y ahora vienes y apareces con este texto de amor que lo leo mientras escucho a una chica de apellido Spektor, o cómo se escriba, la cosa es que me ha hecho bien tu dosis a la vena, te quiero mucho.

    Un abrazo y un beso en la cabeza.

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  3. la vieja desesperanza: siempre tu dardo.

    que tengas mucho, mucho tiempo, amigo.

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  4. Dos tiempos distintos amándose. O de como lo efímero enmarca eternidad...Hermoso. Besos

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  5. Cuando tú fuiste nube oscura me dices, primo (porque eres mi primo) yo olvido mi paraguas, me detengo y levanto la cabeza.

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